El País que nos queda

Por: Lisette Caffaro

“Cambiemos” nos proponía el Frente Amplio en las elecciones nacionales del 2004. Los uruguayos decidimos cambiar y desde el pasado 1º de Julio el Uruguay ya no es el mismo.

Uruguay no tiene nobleza, Uruguay no tiene ciudadanos con grandes fortunas -como si podemos encontrar en otros países del mundo-; Uruguay  es un país que fundamentalmente compuesto por descendientes de inmigrantes europeos que llegaron a estas tierras sin nada más que sus cualidades y virtudes para forjar su destino y ofrecerles a  sus familias un futuro prospero.

Ese Uruguay que   acogió a miles de inmigrantes, los vio esforzarse y crecer, es el Uruguay en el que José Batlle y Ordoñez introdujo reformas trascendentes, que permitieron a los uruguayos, trabajar y progresar en un país que les daba oportunidades y los impulsaba hacia el provenir y la modernidad.
La historia de Uruguay siguió su camino: nos golpearon  procesos dictatoriales de los que supimos salir en paz y avanzar.  Nos golpearon crisis económicas  que atacaron a nuestra región y las supimos transitar como ningún país de América Latina, respetando siempre el dinero y ahorro fruto del esfuerzo de nuestros ciudadanos.  

Pero ese Uruguay cambió. Inició un nuevo camino. Uruguay ya no mira hacia el futuro, está anclado en heridas del pasado. Uruguay busca vengar  un proceso que culminó hace más de 20 años y de cuál la mayor parte de su población activa no es participe. Este Uruguay no valora el esfuerzo y trabajo de su gente. Su actual gobierno busca pagar  gastos políticos y engrosar el presupuesto  con el dinero proveniente del trabajo y ahorro de todos los uruguayos.

Nuestra economía cambiará –no para mejor- y no se necesita saber de macroeconomía para comprobarlo o haber pasado por la facultad de ciencias económicas. Basta con ver nuestro próximo recibo de sueldo o calcular nuestro próximo aporte a DGI. En el 2005 los Uruguayos decidimos cambiar y el Uruguay cambió. Por suerte para nosotros y nuestro país en el 2009 podemos volver a dar vuelta la historia. Porque es un compromiso de nuestro sector que si el pueblo uruguayo nos conduce nuevamente al gobierno, derogaremos los impuestos que gravan el trabajo de nuestra gente. Impuestos que impiden a nuestra gente obtener un mejor presente y un porvenir acorde a su destino.  En el 2009, con el apoyo de la ciudadanía, el Batllismo volverá a cambiar el país, siguiendo el ejemplo de Don José Batlle y Ordoñez, conduciremos al Uruguay en la senda del siglo XXI.